El ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela propuso hoy que el presidente Nicolás Maduro y el estadunidense Donald Trump se reúnan para "tratar de encontrar terreno común" y hablar sobre sus diferencias.
Llamamos al diálogo, diálogo con Estados Unidos: ¿por qué no entre los presidentes Maduro y Trump? ¿Por qué no habrían de reunirse para tratar de encontrar terreno común y explicar sus diferencias?”, dijo el canciller Jorge Arreaza ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra.
Arreaza dedicó buena parte de su discurso a denunciar lo que llamó la “agresión” de Estados Unidos contra su país.Capitular
Aseguró que Washington está intentando derrocar al gobierno de Nicolás Maduro y que su país había perdido 30 mil millones de dólares en activos "confiscados" desde noviembre de 2017, incluyendo pertenencias de la estatal Citgo.
Arreaza anunció que el Gobierno de Maduro "está dispuesto a trabajar con la ONU para recibir asistencia humanitaria", pero recalcó que por la fuerza no se conseguirá nada.
Además, criticó a Colombia "por prestar su territorio" para esas operaciones disfrazadas de ayuda humanitaria y con las que se pretende "preparar el camino para una intervención en Venezuela".
BOICOT
Una veintena de gobiernos boicotearon hoy el discurso de canciller venezolano y abandonaron la sala apenas éste ingreso en ella.
La acción fue coordinada previamente por los países del llamado Grupo de Lima, que han reconocido al presidente del Parlamento venezolano, Juan Guaidó, como presidente interino de Venezuela hasta que se celebren nuevas elecciones.
La Unión Europea se sumó a la protesta rebajando el nivel de su representación diplomática durante la intervención de Arreaza.
Las misiones diplomáticas de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay y Perú ante la ONU en Ginebra emitieron poco después un comunicado conjunto en el que explican que sus respectivos gobiernos no reconocen la legitimidad del actual mandato de Nicolás Maduro como presidente ni de sus representantes.
Países de otras regiones imitaron el gesto de los americanos y se pudo observar la salida de la sala de más de veinte delegaciones, que regresaron a la sala en la que se reúne el Consejo de Derechos Humanos (CDH) una vez que Arreaza acabó intervención y abandonó el recinto.
En declaraciones posteriores, el canciller dijo que no se había dado cuenta, pero que en todo caso no tenía la menor importancia "porque el mundo escucha a Venezuela".
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