La Iglesia Anglicana de Inglaterra hizo ayer historia al nombrar a su primera obispa, la reverenda Libby Lane, que será consagrada con todos los honores en una ceremonia en la catedral de York el próximo 26 de enero.
La reverenda, de 48 años y sacerdote desde 1994, cuando fue ordenada en la primera promoción de mujeres en el Reino Unido, será obispa de Stockport, en la misma diócesis del norte de Inglaterra donde ya trabaja y ocupó varios cargos.
Al conocer su ascenso, la religiosa, que es pastora desde 2007 en las iglesias de St. Peter, en Hale, y St. Elizabeth, en Ashley, en la diócesis de Chester, se mostró muy emocionada por el “inesperado” nombramiento y dio gracias a Dios.
“En este día histórico en que la Iglesia de Inglaterra anuncia el nombramiento de la primera obispa soy consciente de todos aquellos que me han precedido, hombres y mujeres, que durante décadas han esperado este momento”, declaró.
“Pero, por encima de todo, estoy agradecida a Dios”, afirmó, en un discurso a las puertas del Ayuntamiento de la localidad de Stockport.El arzobispo de Canterbury y primado de la Iglesia Anglicana, Justin Welby, dijo estar “encantado” con el nombramiento de Lane, que será octavo obispo sufragáneo de Stockport en sustitución de Robert Atwell.”
Su vida centrada en Cristo, su sosiego y clara determinación para servir a la Iglesia y a la comunidad hacen que sea una maravillosa elección”, manifestó.
En su cuenta de Twitter, el primer ministro británico, David Cameron, la felicitó por el nuevo cargo y señaló que “es una designación histórica y un día importante para la igualdad”.
El Gobierno tiene previsto promulgar hoy legislación para que las nuevas obispas puedan sentarse en la Cámara de los Lores, donde la Iglesia Anglicana participa en la elaboración de leyes.
La reverenda Libby Lane se convierte en la primera mujer en Inglaterra en acceder al obispado, después de que el sínodo general anglicano aprobara el pasado noviembre estos nombramientos.
El 17 de noviembre, el sínodo autorizó formalmente la ordenación de obispas con la enmienda de la ley canónica, el último trámite de un proceso legislativo con el que se puso fin a siglos de monopolio masculino.
Esa votación a mano alzada culminó el proceso iniciado el pasado julio, cuando el sínodo general, entonces reunido en York, dio luz verde al principio de la ordenación de mujeres al obispado.
Tras esa aprobación, el Comité eclesiástico del Parlamento y sus dos Cámaras -los Comunes y los Lores- tramitaron la legislación correspondiente, que en noviembre recibió su sanción final.
La designación ayer de la reverenda Libby Lane, casada y con dos hijos, deja atrás décadas de debate y divisiones internas entre conservadores y reformistas dentro de la Iglesia de Inglaterra, que llevaron en 2012 a rechazar un primer intento de consagrar a obispas.
De 165 países con presencia del credo anglicano, con unos 85 millones de fieles, se acepta la ordenación de obispas en Irlanda, Australia, Nueva Zelanda, Canadá y Estados Unidos, con un total de 29 mujeres ya consagradas.
Aunque en Inglaterra al final se ha logrado el consenso, el asunto aún causa fricciones con otras ramas de la Iglesia Anglicana en el mundo, especialmente en el continente africano, por lo que el primado Justin Selby afronta el reto de preservar la unidad.
En Inglaterra, las otras regiones británicas tienen sus propias ramas anglicanas, de 7,798 sacerdotes a tiempo completo, 1,781 son mujeres, las más veteranas de las cuales podrían cubrir plazas de obispo el año próximo.
Licenciada por la universidad de Oxford, Libby Lane se formó en el Cranmer Hall de la universidad de Durham, y, tras ser ordenada sacerdote hace veinte años, ha ocupado diversos cargos en parroquias, sobre todo del norte inglés.
La primera obispa inglesa está casada con el reverendo George Lane, capellán adjunto del aeropuerto de Manchester, con quien tiene dos hijos, y cuenta entre sus aficiones la lectura, los crucigramas, el saxofón y el Manchester United.
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