Después de los incendios forestales en Australia, partes del sureste de dicho país fueron azotadas por una lluvia de granizo, con bolas de hielo del tamaño de pelotas de golf.
En la tarde de este lunes 20 de enero, la región de Canberra fue azolada pordicha precipitación de granizo, la cual dañó árboles e incluso lesionó algunas aves.
Al comenzar la lluvia, algunas personas buscaron refugio bajo techo. Tras 15 minutos, la caída de granizo cesó, pero varias piedras de hielo, de casi 5 centímetros de ancho, quedaron en el suelo e hirieron a varias decenas de pájaros, afirmó Tom Swann, investigador del Instituto Australiano en Canberra.
Según la oficina de Meteorología de Australia, la tormenta se moverá hacia el este, donde están las ciudades de Sídney, Wollongong y Newcastle.
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