Se trata de la pieza titulada “Etude pour L’Angelus de Millet”, perteneciente a la Colección Ayala-Muñiz, que los asistentes pudieron admirar durante la charla ofrecida por Luis López Morton, presidente y fundador de Morton Subastas, la casa más importante de América Latina en este género, en compañía de Luis Ignacio Sáinz, historiador e investigador de la UNAM, y Paco Calderón, caricaturista del Grupo Reforma.
La obra fue adquirida en subasta por los coleccionistas Ayala-Muñiz, quienes en octubre de 2019 entregaron al CECUT una extraordinaria colección de obras relevantes de la plástica mexicana del siglo XX como parte de las celebraciones de su 37 aniversario y que a través de un comodato indefinido ahora forma parte del acervo de la institución para disfrute de todos los tijuanenses.
La pieza de Dalí, de 96 centímetros de altura y 69.5 de ancho, es un grabado pochoir, técnica originada en París a finales del siglo XIX y muy popular entre artistas hasta finales de la década de 1930 como un medio para realizar impresiones de alta calidad.
Su uso implicaba la utilización de un esténcil –que se desgastaba rápidamente, lo que imponía un número limitado de impresiones– y la adhesión de cada color a mano. Debido a la meticulosidad del trabajo, era una técnica exquisita, que mantenía el color vibrante, pero desgastante, lenta y complicada; por lo que fue sustituida por la serigrafía y otras técnicas más industrializadas en las décadas posteriores.
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