Ante 90 directores musicales en representación de 103 agrupaciones comunitarias pertenecientes al Sistema Nacional de Fomento Musical (SNFM), la Secretaria de Cultura hizo un reconocimiento a la función de los maestros que, dijo, es fundamental.
“Urge atender a las niñas y a los niños que viven en una fisura social, en una situación complicada, que tienen muchas cosas alrededor que les llaman y que nosotros estamos dando una alternativa de construcción. Lo que ustedes están haciendo es justo dar una opción a estas niñas, a estos niños, para que conozcan otra realidad, para que sueñen y para que sepan que sí hay de otra y que la manera más profunda de transformar su vida es el arte. Y la música encima hace comunidad”, afirmó Frausto Guerrero.
Debido a la importancia del arte para la transformación del país, la responsable de la política cultural anticipó que este movimiento cultural y comunitario se fortalecerá y crecerá a nivel nacional.
En su oportunidad, Eduardo García Barrios, coordinador nacional del SNFM, destacó que el camino para seguir haciendo comunidad juntos es justo la implementación de esta metodología que “no es una receta, no es una serie de pasos a seguir… sino que es una invitación a la reflexión, a construir juntos, nosotros le llamamos el ‘Modelo para armar’, parafraseando a Julio Cortázar, donde la enorme responsabilidad es que las fichas que tenemos, que van desde las premisas del modelo (el principio sistémico, el trabajo colegiado, la vinculación del programa comunitario con el profesional, la visión comunitaria), sus ámbitos, sus aspectos, sus herramientas,… cada maestra y cada maestro basándose en el trabajo colegiado va a ir construyendo día a día”.
Subrayó asimismo que no se debe olvidar que en este modelo la práctica musical colectiva, es la fuerza transformadora que propicia el empoderamiento de niñas, niños y adolescentes, a través de la energía común que producen mediante el sonido, el cual los conecta en lo emocional –porque sienten sus vibraciones−, social –se asocian y hacen una comunidad− y cognitivo –tocan al mismo tiempo−.
Agregó que este modelo de educación musical comunitaria ha buscado la colaboración, cooperación, participación e interés de varias instituciones y cuerpos colegiados –academias y claustro de maestros− que procura la transformación social mediante la práctica musical colectiva de barrios, colonias, municipios, ciudades, estados y regiones.
Mediante mesas de trabajo y análisis, sesiones plenarias, reuniones por tipo de agrupación y región, organizadas por el Sistema Nacional de Fomento Musical de la Secretaría de Cultura, del 20 al 23 de enero, los maestros reflexionaron acerca del “Modelo de educación musical comunitaria: un modelo para armar”, que delinea las premisas, ámbitos, aspectos, herramientas y ejes temáticos rectores que envuelven a los procesos de capacitación, conectividad y trabajo colegiado que se lleva a cabo en cada una de sus orquestas, bandas, coros, ensambles instrumentales y tradicionales, hoy Semilleros creativos de música de Cultura Comunitaria.
Cabe destacar que a la fecha, los Semilleros creativos de música están integrados por orquestas, bandas, coros, ensambles instrumentales y tradicionales, distribuidos en 69 municipios de 27 estados del país y que a la fecha beneficia a seis mil 200 niños.
En este taller teórico-práctico participaron maestros procedentes de 27 estados del país, quienes planificaron las actividades para el 2020 con base en las siguientes líneas de trabajo:
1.- Encuentros Nacionales,
2.- Preparación previa para integrar a la Orquesta Sinfónica Infantil de México;
3.- Actividades con el programa Iberorquestas Juveniles;
4.- Vinculación con la Orquesta Escuela Carlos Chávez (OECCh);
5.- Actividades propias de cada una de las agrupaciones.
Sobre la línea de trabajo referente a los Encuentros Nacionales, específicamente para las bandas, se tiene previsto que en este 2020 se integre una selección de 200 instrumentistas de aliento-madera y aliento-metal que revele su avance técnico-instrumental. En este punto, García Barrios destacó el trabajo que se realiza en Ciudad Juárez desde hace ocho años, sin olvidar las que se encuentran en estados como Oaxaca, Estado de México y Tamaulipas.
En el caso de los coros, se proyectaron acciones de capacitación y conectividades interdisciplinarias (entre coros, bandas, ensambles y orquestas comunitarias) que den mayor proyección al trabajo y desempeño artístico de los Coros en movimiento.
Respecto a las actividades con el Programa Iberorquestas Juveniles, García Barrios informó que en este 2020, este programa de cooperación multilateral abre una posibilidad para que los instrumentistas que hayan dejado de pertenecer a las agrupaciones comunitarias por cuestiones de edad (mayores de 17 años), pero que aún tengan algún vínculo con el programa, específicamente de aquellos jóvenes que participen en el Programa Formando Formadores puedan acudir al Encuentro de instrumentistas que se llevará a cabo en el verano.
Un punto muy importante es la vinculación de las agrupaciones musicales comunitarias con la Orquesta Escuela Carlos Chávez, que este año incluirá la integración de los alumnos de este grupo artístico de Fomento Musical en la preparación de talentos de los grupos comunitarios para incentivarlos a presentar audiciones y participar en el proceso de selección para integrar la Orquesta Sinfónica Infantil de México; las brigadas de los becarios en las sedes de las agrupaciones comunitarias; así como la participación de los maestros comunitarios en ensayos tuttis (todos juntos) de la orquesta escuela.
A esta reunión nacional asistió el maestro Jorge López Ramos, coordinador del área de Música en el programa de Cultura Comunitaria del Centro Cultural Tijuana, organismo de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, quien ahora tiene la encomienda de replicar el “modelo para armar” del Sistema Nacional de Fomento Musical.
Sobre la línea de trabajo referente a los Encuentros Nacionales, específicamente para las bandas, se tiene previsto que en este 2020 se integre una selección de 200 instrumentistas de aliento-madera y aliento-metal que revele su avance técnico-instrumental. En este punto, García Barrios destacó el trabajo que se realiza en Ciudad Juárez desde hace ocho años, sin olvidar las que se encuentran en estados como Oaxaca, Estado de México y Tamaulipas.
En el caso de los coros, se proyectaron acciones de capacitación y conectividades interdisciplinarias (entre coros, bandas, ensambles y orquestas comunitarias) que den mayor proyección al trabajo y desempeño artístico de los Coros en movimiento.
Respecto a las actividades con el Programa Iberorquestas Juveniles, García Barrios informó que en este 2020, este programa de cooperación multilateral abre una posibilidad para que los instrumentistas que hayan dejado de pertenecer a las agrupaciones comunitarias por cuestiones de edad (mayores de 17 años), pero que aún tengan algún vínculo con el programa, específicamente de aquellos jóvenes que participen en el Programa Formando Formadores puedan acudir al Encuentro de instrumentistas que se llevará a cabo en el verano.
Un punto muy importante es la vinculación de las agrupaciones musicales comunitarias con la Orquesta Escuela Carlos Chávez, que este año incluirá la integración de los alumnos de este grupo artístico de Fomento Musical en la preparación de talentos de los grupos comunitarios para incentivarlos a presentar audiciones y participar en el proceso de selección para integrar la Orquesta Sinfónica Infantil de México; las brigadas de los becarios en las sedes de las agrupaciones comunitarias; así como la participación de los maestros comunitarios en ensayos tuttis (todos juntos) de la orquesta escuela.
A esta reunión nacional asistió el maestro Jorge López Ramos, coordinador del área de Música en el programa de Cultura Comunitaria del Centro Cultural Tijuana, organismo de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, quien ahora tiene la encomienda de replicar el “modelo para armar” del Sistema Nacional de Fomento Musical.
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