TIJUANA, B.C.- Con la charla “Cómo sobrevivir al fin del mundo/ How to survive the end of the world”, el fotógrafo Julio M. Romero explicó al público los pormenores de su proceso creativo, actividad que tuvo lugar en el Mezanine Espacio Colaborativo del Centro Cultural Tijuana, organismo de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México.
Esta conferencia fue ofrecida en el marco de la exposición “Borderlands” montada en el Pasillo de la Fotografía Vidal Pinto del CECUT desde agosto pasado; alumnos, amigos, colegas y público en general acompañaron al artista de la lente.
El título de su conferencia, de tintes catastrofistas, alude a una etapa sombría que el artista atestiguó durante una de sus estancias en los Estados Unidos: “A veces lo llamo United States of Paranoia, pues así como hoy nos hacen temer al terrorismo, en la época de la Guerra Fría se difundía un miedo a posibles bombardeos; habría que decir que actualmente en Estados Unidos muchas personas construyen albergues para protegerse de un apocalipsis zombie”, explicó.
“Más allá del contexto o la situación política, los temas de los que me interesa hablar son las conexiones que sigo en las noticias del día a día, la forma en que éstas me motivan y terminan siendo piezas de arte”, señaló el conferencista, quien no sólo usa las fotografías como medio de expresión, sino pequeñas esculturas construidas a partir de residuos u objetos de desecho encontrados en bosques, playas o calles citadinas.
Al hablar particularmente de “Borderlands”, Romero refirió que “es el proyecto en que más a gusto me he sentido; he estado más que satisfecho con la reacción del público, pues nunca había tenido una reacción tan positiva a mi trabajo por un público tan variado; me ha tocado ver a espectadores interactuando con la exhibición y he recibido comentarios e interpretaciones del material que no se me habían ocurrido”.
Al abundar sobre su exposición, Romero indicó que “si hay ciertos gestos políticos, ese tipo de expresiones están ahí de manera sutil, pero no son los mismos escenarios de 2016, cuando empecé el trabajo de esta exposición, que los actuales, por ello he considerado que debo trabajar una segunda parte de ‘Borderlands’”.
Para dar un referente de la continuidad que su trabajo ameritaría, Romero señaló: “Tenemos varias amenazas en este año que comienza, no solamente las político- electorales, sino las de la guerra, pero sobre todo la amenaza ambiental, la del cambio climático, esa es la que me da más miedo y tristeza, de hecho ya casi no podemos ir a la playa en Tijuana, quizá no habrá una guerra mundial pero este tema (el ambiental) sí que es importante”.
Durante su charla, Julio M. Romero mostró a los asistentes videos y fotografías del proceso que antecede a su labor artística: “busco la recuperación de Tijuana como un pretexto, como metáfora, lo que quiero a través de estos proyectos artísticos es recuperar muchísimas cosas que ahora tenemos como perdidas”, refirió.
A la pregunta de si el arte puede ayudar a sobrevivir a los apocalipsis, el fotógrafo respondió: “Está comprobadísimo, la recuperación de Tijuana fue a partir de proyectos artísticos, sucedió lo mismo en Nueva york en los 70; asimismo, en esta etapa como educador me ha tocado ver cómo la educación artística ayuda a la gente con problemas de personalidad a tener más confianza en sí misma y a ser más abiertos”.
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