TIJUANA, B.C.- La trayectoria del reconocido arquitecto Pedro Ramírez Vázquez fue recordada por su hijo Javier Ramírez Campuzano el pasado viernes, mientras que el escritor y catedrático Gonzalo Celorio analizó la obra del ganador del Premio Cervantes Carlos Fuentes una noche antes como parte del Ciclo de conferencias México a través de la cultura del Centro Cultural Tijuana, organismo de la Secretaría de Cultura.
“Han sido más de 90 conferencias las que, desde 2013, se han ofrecido al público de esta frontera con la participación de destacados expertos en la vida cultural, académica, social y artística del país, quienes nos han lustrado en torno a personajes que han hecho historia en sus respectivas áreas y especialidades”, precisó Pedro Ochoa Palacio, director general del CECUT al agradecer a Ramírez Campuzano su participación y al público su presencia.
El hijo de Ramírez Vázquez destacó que su padre, creó el Programa Nacional Fronterizo para llevar espacios culturales a la frontera, “un espacio cultural en Matamoros, el Museo Fronterizo en Ciudad Juárez y el antecedente del CECUT, había un programa para promocionar la cultura, no sólo local sino de todo el país porque esta es la puerta de entrada a México”.
“El interés era que estos espacios sirvieran como un detonador de la cultura en la frontera norte, así lo hizo en colaboración con el arquitecto Manuel Rosen Morrison con quien tuvo una estrecha colaboración profesional, amén de una entrañable amistad”, dijo.
Ramírez Campusano expuso también un sinnúmero de fotografías de diversos proyectos en que Ramírez Vázquez trabajó, destacando la Escuela de Medicina de Ciudad Universitaria, y los Pabellones Mexicanos en Bruselas y Nueva York, sin dejar de lado el Museo Nacional de Antropología cuyos detalles arquitectónicos impresionan a turistas nacionales y extranjeros.
Por otra parte, la noche del jueves, Celorio manifestó que “hay obras latinoamericanas que crearon una nueva visión del quehacer literario, que rompieron con una serie de cánones previos, abrieron las puertas a las nuevas generaciones e inventaron una fórmula distinta de hacer literatura, y entre esas obras está La región más transparente, primera novela de Carlos Fuentes”
“Fuentes no había cumplido 30 años cuando la escribió, (apenas el 11 de noviembre él cumpliría 90 años) y como toda novela juvenil es ambiciosa, desmesurada, en la que se nota que el autor desea escribir todo lo que sabe, es la última novela de la Revolución Mexicana y la primera gran novela moderna de México” dijo Celorio.
“Es la primera novela del boom de la Literatura Hispanoamericana, en ella la ciudad es el personaje, marca de tal forma un antecedente que La ciudad y los perros, de Vargas Llosa, bien pudo llamarse solamente Los perros”, explicó.
“La ciudad en su conjunto ya no cabe en ninguna novela como en La Región más trasparente”, acotó Celorio. “Están todas las clases sociales tipificadas por su manera de expresión, la forma de expresarse de una determinada clase social, están en la novela como mosaico prodigioso y completo, aparecen sus aristócratas, hacendados de la Revolución Mexicana, peones, las sirvientas, los espaldas mojadas, choferes, prostitutas, todos con sus voces”, continuó el escritor.
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