Importante: el Servicio Meteorológico Nacional emitió alertas de inundación repentina, mareas y vientos fuertes para la región. Las tormentas deberían concluir la noche del jueves. Aunque podrían prolongarse.
Han sido muchas las reacciones que se han producido en torno a esta información, que como era de esperar ha llegado a varios medios de comunicación de forna inmediata.
Son muchas las páginas impresas y online las que ha ocupado en todos estas últimas horas y seguramente lo seguirán haciendo en las próximas, dada su relevancia.
El estado norteamericano de California se enfrenta a la peor tormenta que ha tenido que encarar en los últimos cinco años, debido a que la enorme cantidad de lluvia y los vientos huracanados hacen prácticamente imposible la vida normal en la zona.
De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional (NWS), la previsión de tormenta empeorará aún más, lo que ha hecho que los residentes californianos se hayan preparado debidamente para el temporal que se avecina.
De hecho, la mayoría de ciudadanos se han hecho con numerosos suministros de emergencia, al tiempo que la mayoría de escuelas y centros públicos han anunciado su cierre momentáneo ante la tormenta.
Según el Sevicio Meteorológico Nacional, en las próximas 24 horas podrían caer hasta 8 pulgadas totales de lluvia sobre las montañas costeras de la zona de California.
Igualmente, dicho organismo avisa de que la tormenta podría causar severas inundaciones, así como derrumbes y el deslizamiento de escombros, sobre todo en las zonas afectadas por recientes incendios forestales.
En este sentido, Diana Henderson, meteoróloga oficial, ha declarado que "es un corto período de tiempo para esa cantidad de agua, por lo que estamos anticipando algunas inundaciones localizadas".
Igualmente, Henderson ha advertido de que la tormenta podría dar a lugar tal vez a "algunos árboles y cables eléctricos caídos, lo que podría afectar a muchas personas en la zona".
Por ello, la abundante lluvia que se espera mayormente en el norte de la Bahía, Sacramento y el oeste de Washington, supone un peligro real para los ciudadanos, que deben prepararse para una dura tormenta.
Así las cosas, permaneceremos vigilantes a todas las novedades y reacciones que se puedan ir manifestando de aquí en adelante en torno al asunto que nos ocupa.
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